
Fibra natural que crece especialmente en la cuenca de la Amazonia, las comunidades que más trabajan esta fibra son los tikuna y coreguaje. Antiguamente, pedían permiso a la madre tierra antes de sacar la fibra, para garantizar que salieran buenos hilos y no ‘despertar a la mata’. Dicen que amarrarse un pedazo de chambira es símbolo de protección y ‘buena suerte’ al igual que previene los calambres.
Después de lavar y secar la fibra, las mujeres la ‘tuercen’, apoyándola sobre los muslos y frotándola repetidamente. Las artesanas, reviven esta tradición ancestral, llenándola de colores al teñir el cumare con tintes que obtienen de la selva.